diumenge, 21 de juliol del 2024

Poema tras una conversación



Por motivo de la conversación con una voluntaria de Cáritas con la fragilidad humana de fondo.


Déjame

Déjame que te ponga
mi mano en la tuya
tu mano en mi cintura
para hacer de tu vida
un baile de ternura.

Déjame que te descubra
mi mirada en la tuya
tu mirada en mi instantánea
para agradecer que un día
vimos lo que nos unía.

Déjame que te ofrezca
mi pisada en la tuya
tu pisada en mi sandalia
para favorecer nueva vía
en los pasos de por vida.

Déjame que te escriba
mi frase en la tuya
tu frase en mi alma
para leer con sabiduría
lo que pasa cada día.

Déjame que te quiera
tras tu maldita caída 
que me la hago mía
porque soy tu Colega
en la herida más profunda.

Pepe Baena Iniesta

dijous, 20 de juny del 2024

Qué ens queda...?



Por motivo de las veces que me han preguntado por qué voy vestido así de cura:


¿Qué me queda?

¿Qué me queda 
si me despojo
de la ropa de cura
o la de paisano?

¿Qué me queda
si me quito
la camisa negra
y el alzacuellos?

¿Qué me queda
si me desprendo
de la camiseta roja 
y los pantalones tejanos?

¿Me quedas Tú 
que me amas
siempre más allá 
de lo que me ponga?

¿Me quedas Tú
que me llamas
a servir sin etiqueta
con el alma de pobre?

¿Me quedas Tú
que me invitas
a vivir mi respuesta
vistiéndome de tu Espíritu?

¿Qué me queda?
¿Me quedas Tú?

Pepe Baena Iniesta

dissabte, 8 de juny del 2024

La pluja esperada

Amb Jesucrist tot va sobre rodes



Por motivo de la silla de ruedas que mi padre utiliza cuando sus fuerzas flaquean.


Silla de ruedas


Cuando tus piernas
tiemblan de verdad
unos Brazos recuperan
tu frágil estabilidad.

Cuando tus pantorrillas
rechazan hacer camino
unas Manos acarician
tu anhelo de pelegrino.

Cuando tus rodillas
flaquean hasta la saciedad
unos Labios susurran
palabras de santidad.

Una silla de ruedas
llamada Jesucristo
abraza con ganas
tu cuerpo de anciano.

Pepe Baena Iniesta 

dilluns, 3 de juny del 2024

Ante la muerte inexplicable...

 


EL SÍNDROME DEL DELFÍN 

Durante un tiempo llevo celebrando exequias de personas del barrio de Bellavista que se han quitado la vida. Personas conocidas que han dejado tocadas a sus familias, amigos y vecinos. Cada vez que tengo que oficiar un entierro de esta índole me cuesta muchísimo situarme por el dolor y la impotencia que produce. Nunca he hecho juicio de valor con estos hombres y mujeres que han finalizado su vida biológica de manera rotunda. Dirigiéndome a la biblia en busca de respuesta se me presentan dos escenas bíblicas de suicidas con ciertas diferencias: uno al estilo de un suicida con sed de justicia en el caso de Sansón y otro de un suicida llevado por la desesperación como le pasa a Judas Iscariote.  “Todos los jefes de los filisteos se hallaban en el templo, que estaba lleno de hombres y mujeres. Había, además, como tres mil personas en la parte de arriba, mirando cómo los otros se divertían con Sansón. Entonces Sansón clamó al Señor, y le dijo: “Te ruego, Señor, que te acuerdes de mí tan solo una vez más, y que me des fuerzas para cobrarles a los filisteos mis dos ojos de una vez por todas.” Luego buscó con las manos las dos columnas centrales, sobre las que descansaba todo el templo, y apoyando ambas manos en ellas gritó: “¡Mueran conmigo los filisteos!” Entonces empujó con toda su fuerza, y el templo se derrumbó sobre los jefes de los filisteos y sobre todos los que estaban allí. Fueron más los que mató Sansón al morir, que los que había matado en toda su vida.” (Jueces 16, 27-30). “Judas, el que había traicionado a Jesús, al ver que le habían condenado, tuvo remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos, diciéndoles: “He pecado entregando a la muerte a un hombre inocente.” Pero ellos le contestaron: “¿Y qué nos importa a nosotros? ¡Eso es cosa tuya!” Entonces Judas arrojó las monedas en el templo, y fue y se ahorcó.” (Mateo 27, 3-5)

Me apunto con Alba Serra a la metáfora que utiliza sobre los delfines para explicar a los niños y niñas la complicada muerte por suicidio de un familiar (https://www.almaserra.com/l/el-sindrome-del-delfin-o-como-explicar-el-suicidio-a-ninos/):

“Hay personas que pueden llegar a tener el "Síndrome del delfín". Son aquellas que se sienten que están atrapadas, como cuando los delfines entran en un acuario y no pueden salir. Dan vueltas y más vueltas. Hay veces que ven el mar lejos pero no pueden llegar a él. Otras veces sólo lo pueden oler. Recuerdan cuando eran felices con sus amigos, familiares... y un día, casi sin darse cuenta, se sienten atrapados sin saber qué hacer para salir.

La gente los ve alegres en sus peceras gigantes mientras se mueven y saltan para buscar la salida, pero ellos están tristones, confusos, no saben con quién tienen que hablar o a quién pedir ayuda y, poco a poco, a veces sin que nadie se dé cuenta, se van haciendo daño para no seguir viviendo esa pesadilla. Los delfines son uno de los pocos animales que deciden si quieren morir antes de ser muy viejecitos y así, dejar de pensar en lo felices que eran cuando estaban en el mar.

Así, cuando hay personas que se sienten igual, se dice que tienen el "Síndrome del delfín", porque no saben cómo expresar lo que sienten y hay veces que se pueden llegar a hacer daño o morir por cumplir el mismo sueño que el delfín: ver su propio MAR.”

Aún me queda la imagen de la hija de 10 años que había perdido a su padre poniendo agua bendita en el féretro. Y las palabras públicas de su hermana mayor que me emocionaron profundamente porque confiaba que su padre estaba en el Cielo a pesar de que se hubiera marchado de aquella manera. La sala del tanatorio estaba abarrotada con un silencio profundo de sus asistentes mientras lloraba la abuela porque no entendía nada ante la muerte de su hijo. ¡Cuántas escenas bíblicas me salen sin pedirme permiso en que Jesús escucha demandas de personas con el peso del dolor por la muerte de un ser querido!. “Marta dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aun ahora yo sé que Dios te dará cuanto le pidas. Jesús le contestó: “Tu hermano volverá a vivir.” (Juan 11, 21-23). “Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos de casa del jefe de la sinagoga a decirle al padre de la niña: “Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar más al Maestro?” Pero Jesús, sin hacer caso de ellos, dijo al jefe de la sinagoga: “No tengas miedo. Cree solamente.”” (Marcos 5, 35-36). “Al acercarse al pueblo vio que llevaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda. Mucha gente del pueblo la acompañaba. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: “No llores.” (Lucas 7, 12-13).

Como punto y seguido dejo este espacio para que recemos por tantas personas que puedan tener el síndrome del delfín...






Pepe

 


LA SÍNDROME DEL DOFÍ        

Durant un temps porto celebrant exèquies de persones del barri de Bellavista que s'han tret la vida. Persones conegudes que han deixat tocades les seves famílies, amics i veïns. Cada cop que he d'oficiar un enterrament d'aquesta mena em costa moltíssim situar-me pel dolor i la impotència que produeix. No he fet mai judici de valor amb aquests homes i dones que han finalitzat la seva vida biològica de manera rotunda. Dirigint-me a la bíblia a la recerca de resposta se'm presenten dues escenes bíbliques de suïcides amb certes diferències: un a l'estil d'un suïcida amb set de justícia en el cas de Samsó i un altre d'un suïcida portat per la desesperació com li passa a Judes Iscariot . “Tots els caps dels filisteus eren al temple, que estava ple d'homes i dones. Hi havia, a més, com tres mil persones a la part de dalt, mirant com els altres es divertien amb Samsó. Llavors Samsó va clamar al Senyor, i li va dir: “Et prego, Senyor, que te'n recordis de mi només una vegada més, i que em donis forces per cobrar als filisteus els meus dos ulls d'una vegada per totes. ”Després va buscar amb les mans les dues columnes centrals, sobre les quals descansava tot el temple, i recolzant les dues mans en elles va cridar: “Morin amb mi els filisteus!” Aleshores va empènyer amb tota la seva força, i el temple es va esfondrar sobre els caps dels filisteus i sobre tots els que hi eren. Van ser més els que va matar Samsó en morir, que els que havia matat en tota la seva vida.” (Jutges 16, 27-30). “Judes, el que havia traït Jesús, en veure que l'havien condemnat, va tenir remordiments i va tornar les trenta monedes de plata als caps dels sacerdots i als ancians, dient-los: “He pecat lliurant a la mort un home innocent. ” Però ells li van contestar: “I què ens importa a nosaltres? Això és cosa teva!” Llavors Judes va llançar les monedes al temple, se'n va anar i es va penjar.” (Mateu 27, 3-5)

M'apunto amb Alba Serra a la metàfora que utilitza sobre els dofins per explicar als nens i nenes la complicada mort per suïcidi d'un familiar (https://www.almaserra.com/l/el-sindrome-del-delfin-o-como-explicar-el-suicidio-a-ninos/)

“Hi ha persones que poden arribar a tenir la “Síndrome del dofí”. Són aquelles que se senten que estan atrapades, com quan els dofins entren a un aquari i no poden sortir. Donen voltes i més voltes. Hi ha vegades que veuen el mar lluny però no hi poden arribar. Altres vegades només ho poden olorar. Recorden quan eren feliços amb els seus amics, familiars... i un dia, gairebé sense adonar-se'n, se senten atrapats sense saber què fer per sortir.
La gent els veu alegres a les seves peixeres gegants mentre es mouen i salten per buscar la sortida, però ells estan tristos, confusos, no saben amb qui han de parlar o a qui demanar ajuda i, a poc a poc, de vegades sense que ningú se n’adoni, es van fent mal per no continuar vivint aquest malson. Els dofins són un dels pocs animals que decideixen si volen morir abans de ser molt vellets i així, deixar de pensar en com eren de feliços quan eren al mar.
Així, quan hi ha persones que se senten igual, es diu que tenen la "Síndrome del dofí", perquè no saben com expressar el que senten i hi ha vegades que es poden arribar a fer mal o morir per complir el mateix somni que el dofí: veure el seu propi MAR.”

Encara em queda la imatge de la filla de 10 anys que havia perdut el seu pare posant aigua beneïda al fèretre. I les paraules públiques de la seva germana gran que em van emocionar profundament perquè confiava que el seu pare era al Cel malgrat que se n'hagués anat d'aquella manera. La sala del tanatori estava plena de gom a gom amb un silenci profund dels seus assistents mentre plorava l'àvia perquè no entenia res davant la mort del seu fill. Quantes escenes bíbliques em surten sense demanar-me permís en què Jesús escolta demandes de persones amb el pes del dolor per la mort d'un ésser estimat! “Marta va dir a Jesús: “Senyor, si haguessis estat aquí, el meu germà no hauria mort. Però encara ara sé que Déu et donarà tot el que demanis. Jesús li va contestar: “El teu germà tornarà a viure.” (Joan 11, 21-23). “Encara estava parlant Jesús, quan van arribar uns de casa del cap de la sinagoga a dir-li al pare de la nena: “La teva filla ha mort. Per què molestar més el Mestre?” Però Jesús, sense fer-ne cas, va dir al cap de la sinagoga: “No tinguis por. Només creu.” (Marc 5, 35-36). “En acostar-se al poble va veure que portaven a enterrar un mort, fill únic de la seva mare, que era vídua. Molta gent del poble l'hi acompanyava. En veure-la, el Senyor en va tenir compassió i li va dir: “No ploris.” (Lluc 7, 12-13).

Com a punt i seguit deixo aquest espai perquè resem per tantes persones que puguin tenir la síndrome del dofí...






Pepe

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



    

 

dimarts, 28 de maig del 2024

¿Primeras comuniones o últimas?


Por motivo de las primeras comuniones de niños y niñas en la Parroquia de Sant Francesc d'Assís de Bellavista (Les Franqueses del Vallès)


No te vayas todavía

No te vayas todavía
quiero estar contigo
vivir nuestra amistad
como si fuera un cuento.

No te vayas todavía
aún podemos juntos
disfrutar en la comunidad
con los otros niños.

No te vayas todavía
te ofrezco mi pan bendito
no tiene caducidad
aunque te parezca caramelo.

No te vayas todavía
te llamo a estar unidos
crecer en humanidad
a ser bello en tus adentros.

No te vayas todavía
confío en tu espíritu inquieto
pintar en acuarela fraternidad
en el lienzo de tu mundo.

No te vayas todavía
si al final como muchos
me olvidas sin maldad
te seguiré enviando besos.

Pepe Baena Iniesta