Conozco a personas que están en búsqueda más allá del firmamento y leyendo esta entrevista creo que les puede ayudar en sus pasos titubeantes y su mirada en el horizonte más íntimo de su corazón...
Pepe
ENTREVISTA
A JAVIER MELLONI, TEÓLOGO, ANTROPÓLOGO Y JESUITA: EXPERTO EN DIÁLOGO
INTERRELIGIOSO
Escrito por Elena Lorente
Guerrero
Nací en Barcelona en 1962
como cuarto hijo de cinco hermanos, de padre italiano y madre catalana. Entré
en la Compañía de Jesús a los dieciocho años y desde entonces la semilla que se
plantó en este terreno fértil ha ido creciendo. No hubiera crecido tanto en
otro lugar y por ello amo la tierra que me nutre. Es abierta, le toca el
sol y hay una simpática diversidad de especies que convivimos con mutuo
respeto.
· ¿Cuándo supiste
que Dios era tu camino?
Se manifestó a los
catorce años en forma de un Amor incandescente. Irrumpía a ráfagas en mí y me llamaba a
entregarme del todo a ese Fuego. Amor pedía amor para dar combustible a esas
llamas.
· ¿Cómo ha ido
evolucionando tu fe a lo largo de estos años?
De un modo paulatino e
irreversible. Estudié primero antropología y ello me sacó de mi eurocentrismo y
también de mi cristianocentrismo.
Empecé a vislumbrar sabidurías que complementaban a la nuestra sin oponerse
entre ellas. Tenía la impresión de que comenzaban donde en Occidente habíamos
acabado. Pero la experiencia definitiva fue la estancia de nueve meses que
pasé en la India hace ahora doce años. Nueve meses: el tiempo de una nueva
gestación y la ocasión de un nuevo nacimiento. La India supuso encontrarme
con una civilización milenaria cuyas alturas espirituales llegan a los Himalayas.
Yo conocía los Pirineos y los Alpes, pero no había sospechado que pudiera haber
nieves tan puras y valles tan profundos. Pobreza y riqueza significan allí
cosas muy diferentes que en Occidente, sin negar que tienen que resolver
problemas sociales muy serios.
· El diálogo
interreligioso, ¿permite priorizar a Dios en lugar del dogma, la tradición, la
cultura?
Lo que permite el
diálogo interreligioso es dos cosas: descubrir que la propia tradición
religiosa es sólo un acceso posible al Misterio y a la vez permite abrirse a la
riqueza espiritual de la humanidad, que hoy percibimos como un patrimonio
común y necesario para dar respuesta a los grandes retos que tenemos como
personas y como especie.
· ¿Qué hizo
despertar en ti el interés por otras religiones y filosofías como el hinduismo,
budismo, zen, ...?
La búsqueda de la
interioridad y el modo de acceder al corazón de la Realidad. El Dios personal bíblico es de una gran belleza
pero con frecuencia es demasiado antropomórfico. Por otro lado, la teología
cristiana del S.XX estaba marcada por la muerte de Dios preconizada por
Nietzsche y por Auswichzt. Sin negar el escándalo del mal, yo percibía su
presencia, su discreta presencia en todo y nuestra teología y filosofía sobre
la ausencia de Dios no me satisfacía. Era demasiado mental. Buscaba un
silenciamento capaz de revelar su presencia en todo. Y esto es lo que
aportan sobre todo los caminos de oriente: la sabiduría del silenciamiento para
que entonces la Presencia hable.
· ¿En qué se han
equivocado las religiones para causar cierto rechazo cuando la búsqueda de
sentido de vida es inherente al ser humano?
Las religiones se han
equivocado en su pretensión de totalidad, que les ha hecho secuestrar el
Misterio. Cada una ha pensado que
agotaba los caminos hacia el Absoluto absolutizando su propio camino, en lugar
de aceptar y de alegrarse de que puedan haber otros múltiples accesos para
llegar a esa misma Plenitud.
· La Espiritualidad
y el crecimiento personal están tomando gran relevancia en nuestra sociedad
¿Qué crees que está motivando esta vuelta a lo trascendente?
Creo que hay dos razones:
por un lado vemos que el ritmo frenético que nos hemos impuesto para lograr
más bienestar material nos produce un vacío espiritual porque no cuidamos
esa profundidad que nos constituye como seres humanos. Por otro lado, estamos
descubriendo que no es necesaria la rigidez de una determinada religión para ir
en busca de la trascendencia. Vamos entendiendo que la verdadera experiencia
espiritual no encierra sino que abre.
· Espiritualidad,
creencia y religión son diferentes. ¿Qué tienen en común?
Podríamos decir que
las religiones son las copas; la espiritualidad, el vino; las creencias, las
denominaciones de origen de cada vino, y la mística es beber de ese vino hasta
embriagarse. Cuando se confunde
la copa con el vino y el vino con la experiencia de beberlo es cuando surgen
los conflictos. ¿Son necesarias las copas para beber el vino? Unos considerarán
que sí, y serán practicantes de una determinada tradición. Otros preferirán
beber el vino directamente de la bota, con el riesgo de que se les escape entre
las manos o no sepan ponerle límite. Lo característico de nuestro tiempo es que
cada cual es libre y responsable de sus propias decisiones, sin amenazas que
nos infantilicen.
· Los ejercicios
espirituales que propones en la Cova de Sant Ignasi combinan oración,
respiración, meditación. ¿Qué se consigue?
Hace quinientos años,
Ignacio de Loyola se retiró durante un año en una cueva a la entrada de Manresa
a hacer de ermitaño. Antes había pasado por Montserrat donde aprendió algunos
métodos de oración. Durante meses en la cueva fue traspasando capas de su ser
atravesando infiernos y culpabilidades hasta llegar a un lugar de pura luz.
Todo ello lo fue anotando en un cuaderno que luego se convertirían en los
Ejercicios Espirituales, una de las pocas prácticas iniciáticas que existen en
Occidente. Actualmente existe una casa de espiritualidad construida sobre
esta cueva donde tratamos de actualizar la propuesta de San Ignacio con
elementos de Oriente, como el Yoga, Chi Kung, dieta vegetariana, etc.
· Es bueno y
necesario retirarse de vez en cuando para hacer una revisión de vida. Puede ser
revelador, pero lo ideal es poder estar en paz y armonía en el día a día: en el
atasco yendo a trabajar, en la cola del súper, etc. ¿Cómo se consigue?
Poniendo conciencia a
cada acto que hacemos. Al tomar
conciencia, se abre un espacio entre nosotros y la situación y este espacio se
llena de autopresencia y de Presencia. Además de esto, me parece
indispensable que al comenzar y al acabar el día uno disponga de un tiempo
–su duración depende de cada cual- en el que disponerse a ofrecer a lo que ese
día viviré y al acabar el día, recogerse para agradecerlo y ofrendarse de
nuevo.
· Escucharnos y
escuchar ¿Por qué nos cuesta tanto?
Porque vivimos
extrovertidos. Pensamos que todo
vendrá de fuera y corremos y corremos tras ello sin darnos tiempo de recibir lo
que estamos buscando y que ya está ahí pero no lo percibimos.
· El valor del
silencio...
El silencio no es la
ausencia de ruido sino de ego. El
ruido del ego es el murmullo continuo de lo que hay que conseguir o que
defender. El silencio, en cambio, es el acallamiento de ese murmullo, un estado
de apertura y de agradecimiento ante una Presencia que está permanentemente en
todo y a la que se llega por medio de la autopresencia.
· ¿Qué nos
recomendarías para acallar el ruido mental que tantas veces nos acompaña?
Lo más básico y
sencillo es tomar conciencia de la respiración y entrar en ella. La respiración
contiene el ritmo fundamental de la vida: acoger y entregar, recibir y ofrecer. Además de los espacios más largos que deberíamos
cuidar al comenzar y acabar el día a los que me he referido anteriormente,
durante la jornada también es muy bueno detenerse por unos momentos y escuchar
este ritmo de la respiración para percibir que la vida se nos está dando
continuamente como don, mucho antes de que pretendamos conseguir algo. Lo más
importante se es ofrecido continuamente y no nos enteramos. Conectar con la
respiración es el modo más sencillo, más cercano, más inmediato de sumergirse
en el don continuo en el que somos, nos movemos y existimos.
· ¿Qué es para ti
el AMOR?
Plenitud compartida.
Cuanto más se comparte, más plenitud genera.
· El valor de la
gratitud...
Es el retorno a la
inocencia y una de las actitudes
más nobles del ser humano. En cambio, la exigencia y la sospecha engendran
monstruos.
· La madurez en la
oración...
Está en no pedir nada
sino abrirse a la Presencia que
está siempre en todo. Orar es abrirse y recibirse desde la profundidad que late
en todo.
· ¿Dónde reside la
paz?
En aceptarlo todo y
aceptarse del todo. Entonces,
dejamos que se manifieste esa Presencia que está en la transparencia del ahora
recibido sin condiciones ni expectativas.
· Las Enfermeras
cuidamos de las personas en su globalidad y complejidad. La dimensión
espiritual, que no tiene porque ser religiosa, toma especial relevancia en
situaciones de enfermedad o final de vida. ¿Qué opinas de este aspecto del
cuidado?
Las enfermeras estáis
presentes en un momento límite de las personas, como es la enfermedad, el dolor o la cercanía de
la muerte, el último viaje. Es un momento propicio para que caigan los
mecanismos de defensa y se entreabra esa dimensión que puede estar olvidada,
relegada, o negada. Escuchar el momento de cada paciente para dejar que se
abra en él esos poros de su piel es una tarea sagrada. Cuanto más se trabaja y
escucha uno interiormente, más capacidad hay para escuchar lo que late en la
otra persona y encontrar las palabras, gestos y silencios adecuados para
conectarle con esa dimensión que le pertenece.
· ¿En qué proyectos
estás trabajando actualmente?
Tengo proyectos en los
tres ámbitos en los que me muevo: la docencia, el acompañamiento espiritual y
la escritura. En la docencia, ir
profundizando en la mística comparada entre las tradiciones espirituales. En
las propuestas de acompañamiento espiritual, ir creciendo en el camino de la
no-dualidad. En el campo de la escritura, tengo varios libros comenzados.
Trabajo como un pintor o un escultor en su taller, que tiene varias piezas
comenzadas a la vez, en función de encargos o de impulsos personales. Pero, en
verdad, el proyecto más importante de todos es llegar a no tener proyectos y
dejarme configurar desde el fondo de mi ser por la Presencia que en todo
momento nos engendra.
· ¿Qué te apasiona?
Todo aquello que
contenga verdad, belleza y bondad, venga de donde venga y vaya hacia donde
vaya, porque proviene de la misma Fuente.
· ¿Qué nos
recomiendas para cuidar nuestra salud espiritual?
Saber lo que nos nutre
y darnos tiempo para ello. Las
cosas esenciales son de orden diario: el comer, el dormir, la higiene. También
ha de ser diario el tiempo de nutrirse interiormente si queremos tener salud
espiritual.
· ¿Quieres
compartir algo más con nosotros?
Todo. Nada nos
pertenece. Así que lo desearía
compartir todo.
· ¿Nos regalas una
oración?
¡Oh Profundidad infinita que asomas por doquier!,
danos la obertura de la mente y del corazón
para que podamos reconocerte en todo.
Que cada instante sea el camino por el que volvamos a ti
del mismo modo que tú vienes a nosotros en cada situación.
Que todo momento sea la oportunidad y la celebración
de este encuentro que se hace transparente a tu Presencia.
danos la obertura de la mente y del corazón
para que podamos reconocerte en todo.
Que cada instante sea el camino por el que volvamos a ti
del mismo modo que tú vienes a nosotros en cada situación.
Que todo momento sea la oportunidad y la celebración
de este encuentro que se hace transparente a tu Presencia.
Muchas gracias Javier,
tus reflexiones son a la vez una preciosa meditación y una oración. Tus
propuestas invitan a descubrir a nuestro maestro interior en lo
sencillo y lo cotidiano.
Entrevista realizada por
<De tots els Colors>: Elena Lorente Guerrero
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