dijous, 7 de maig del 2015

Va de cuentos que no tienen frontera


 

CUENTOS CHINOS Y MILONGAS



Podemos hablar con propiedad ahora que nuestra sociedad está caracterizada por la diferentes culturas que la forman. En Bellavista desde hace años que conviven con nosotros los que considero los “nuevos catalanes y catalanas”. Hoy tenemos el placer de relacionarnos con argentinos, ecuatorianos, colombianos, peruanos, chilenos, cubanos, salvadoreños… que se expresan con sus palabras y frases coloquiales que hacen más interesante la lengua castellana. En nuestra parroquia se experimenta esta riqueza intercultural que converge en la fe en Jesucristo.



Posiblemente, a las puertas de las elecciones municipales algunos políticos se aficionen a expresar algún cuento, fábula para que, a más de uno, les transporte a un país de las maravillas. Si miramos el diccionario de la Real Academia Española (RAE) y buscamos la expresión “cuento chino” nos encontramos con la siguiente definición: embuste, mentira disfrazada de artificios. Eso sí, una mentira disimulada con explicaciones ingeniosas y fantasiosas. 


Si nos dejamos llevar por los países de habla castellana nos encontramos con sinónimos del cuento chino que me hace esbozar una ligera sonrisa. Trola, en Honduras, significa mentira o falsedad (RAE) referida en forma de historia, y trolero es quien dice la trola. En Argentina cuando se dice “no me cuentes milongas” o “no me vengas con milongas” es como decir no me vengas con cuentos, con habladurías o invenciones para justificar o enmascarar una cosa que no es verdad.



De la misma manera algunas veces nos dicen a los cristianos que vivimos del cuento. Que la biblia es un libro cargado de mentiras disfrazadas con bonitas palabras. Que Jesús es un personaje inventado. Que… Pero se sigue leyendo los horóscopos, creyendo lo que dicen los medios de comunicación sin contrastarlo, dejándose llevar por promesas de políticos bien parecidos, … Con vuestro permiso tarareo una canción infantil:



Ahora que vamos despacio, (bis)

vamos a contar mentiras, tralará, (bis)

Vamos a contar mentiras.

Por el mar corren las liebres, (bis)

por el monte las sardinas, tralará, (bis)

por el monte las sardinas.



De todas formas Jesús utilizaba la parábola, que es un cuento, un relato con el fin de enseñar cosas de la vida en relación con el Reino de Dios. No es nada fantasioso sino que parte de la realidad. Así, Jesús no utiliza la parábola para divertir a la gente que le escucha sino para exponer su mensaje, explicitarlo y aclararlo, y muy especialmente, para interpelar a la gente.



Acabo con un cuento de Jesús para caer en la cuenta, que falta nos hace en este tiempo de corruptos, troleros, cuentistas, cotillas...



Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’ Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes. Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’ Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’ Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios. (Lc 12, 16-21)


Pepe

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